martes, 9 de febrero de 2010

Es ley de Súper Hijitus, ayudar a los "borrachitus"...


Aquello de "ni una gota de alcohol al conducir", no corre en la vida de este señor de galera (multimillonario él), que pilotea su lancha por las aguas de Trulalá bastante pasado de copas...




Preso de su ebriedad, confunde a un monstruo marino mecánico con pescado fresco y para sorpresa de Neurus y Pucho, irrumpe en el interior del comedor de un gran yate, en el preciso momento que nuestros amiguitus lo están desvalijando...




Pucho percibe que se trata de un borracho y lo tranquiliza un poco al Profe que está ávido de emprender la retirada con un suculento botín...




Cuando el borracho le quiere complicar las cosas, surge la velocidad mental de Neurus y lo deja contento "regalándole" el restaurante para que pueda darse el gran banquete a gusto...




Neurus se retira en su monstruo marino, haciendo oídos sordos al pedido delirante del millonario. Minutos después, Súper Hijitus entra en acción...




Es posible que Súper Hijitus haya escuchado alguna vez ese dicho que asegura: "Los borrachos y los niños siempre dicen la verdad"...




Caprichoso como casi todos los borrachos, se le pone bastante pesado a Súper Hijitus, por lo que se ve obligado a tomar cartas en el asunto "refrescándolo un poco"...




Finalmente, Súper Hijitus lo rescata del agua y lo lleva a una sala de primeros auxilios para que "terminen de curarlo"...
Moraleja: ¡Borrachitos habrá siempre! Pero mientras Súper Hijitus se los cruce en su camino, no tendrán mucha chance de alterar el orden. Y desde ya, un efectivo tratamiento los estará esperando... HIJITUSLOGÍA.