lunes, 8 de febrero de 2010

¡Quien hace morir de risa no tiene castigo!



¡Y qué ciertas son estas palabras! Cuando en aquellos años difíciles de la década del 70 (más exáctamente en 1978) se publicitaban las Desventuras de Larguirucho con este "proverbio chino", el objetivo era sin ningún tipo de dudas brindarle alegría a un pueblo que estaba triste. Larguirucho nos hacía "morir de risa"...

La euforia pasajera que significó haber ganado el Mundial de Fútbol, se vio tapada rápidamente por la realidad que se vivía en nuestro país.

En tan difícil cuadro de situación, Manuel García Ferré y sus colaboradores tuvieron la misión de brindar alegría a los hogares argentinos. Pudieron generar una sonrisa en los niños de una generación que vivía con miedo, ofreciendo un mundo aventuras y desventuras, permitiéndonos ser parte de Trulalá y mostrándonos las caras del bien y del mal en su medida justa...

¿Recuerdan esta exposición hecha en julio de 2009? Allí estuvimos, pese a todo...


Paradójicamente en esas frías vacaciones de invierno, la obra de alguien que le brindó mucha alegría a los argentinos (Don Manuel García Ferré), fue expuesta en un museo histórico cuyo nombre es el de un hombre (Dr. Arturo Jauretche) que tuvo como lema combatir alegremente contra aquellos que nos querían tristes...


Por ello, aunque siempre exista alguien que quiera generar tristeza en la gente que vive con felicidad, desde estos blogs llamados HIJITUSLOGÍA (I y II) seguiremos haciendo lo que Don Manuel propuso a lo largo de toda su vida: GENERAR SONRISAS. ¡Hasta la próxima!