No sabemos su nombre. Mucho menos su apellido... Lo que sí sabemos es que se trata de "La kiosquera de Trulalá". Mujer templada y paciente como pocas, a la hora de esperar al cliente. Según nos enteramos, conforme los códigos de los estatutos que rigen actualmente en Trulalá, el Comisario le hizo sacar ese cartel que sugería "FUMAR CANITO"...

