"De la boca de un viejo es de donde salen las verdades"... Las nuevas generaciones no le dan demasiado crédito que digamos a este dicho, pero no está nada mal recordar este momento en el que Hijitus - necesitando decirle una "gran verdad" a Pucho - recurre a un disfraz de anciano pensando en dos cosas: 1) Que no lo reconocerían - 2) Que tendría más chances de ser escuchado...
Así es que Hijitus se dirige disfrazado de viejito al lugar donde Pucho se encontraba acompañado de dos peligrosos malvivientes de Trulalá: Bodegga y Rapiño. Mientras tanto, Oaky hace guardia afuera por si las cosas se complican...
Aquí vemos como Bodegga (siendo un delincuente), tiene conciencia del famoso dicho y se predispone a escuchar junto a Rapiño (que no aparece en escena), lo que Hijitus tiene para decirle a Pucho, encarnando el papel de un noble anciano...
Hijitus logra tocar el corazón de Pucho, quien sabre que está obrando mal y se reencuentra con su esencia de ser humano bueno, noble, libre de maldad...
Pucho intenta darle una explicación a Hijitus, como toda persona que obra mal en algún momento de su vida intenta dar una justificación de sus actos. Pero es evidente que se quiebra ante la palabras del "noble anciano" y acepta el consejo que se le está dando...
Pero los "malos de verdad", cuando algunas verdades no son las que quieren oir, dejan de tener en cuenta los dichos populares y atacan a todo aquello que afecta sus intereses. Para los que profesan el mal, ningún valor tienen los consejos de una persona mayor. Al contrario, saben que en las verdades que salen de esa boca pueden encontrar a su peor enemigo...
Lo importante es no darnos por vencidos cuando el mal acecha. Siempre existen alternativas para el triunfo del bien sobre el mal...
¿Y usted que opina Don Manuel? Usted que ya ha vivido 80 años y que durante casi 60 nos ha mostrado las dos caras de esta vida de una manera simple, divertida y auténtica... ¿Que consejo puede darnos?
Hagan "clic" sobre esta imagen... Quizás Don Manuel ya nos haya dado un gran consejo hace algunos meses... Hijituslogía, desde Villa Gesell.
