Cuando yo vivía en La Paternal, conocí a un tal HIJITUS que me enseñó todos sus secretos. Pura gambeta, ojos en la nuca y capacidad para meterla adentro. ¡No hay otra, Lionel! Lo demás es puro verso para que esté contenta la gilada..."
¡Hijitus fue un grande! 
Y cuando se imita a los grandes se pueden concretar sueños que parecen imposibles...
