¿Recuerdan este momento? Oaky se escapa de su casa paterna (la mansión del acaudalado Gold Silver), atormentado por las permanentes observaciones de las personas a cargo de su cuidado. Es así que lo conoce a Hijitus, le cuenta una "conmovedora" historia (falsa, vale aclarar) y se hacen amigos. Pero... a medida que pasan las horas, el hambre comienza a hacerse sentir y el niñito se encapricha frente a la tentadora vidriera de una rotisería. ¡Quiero pollito! - le dice a Oaky a su nuevo amigo, en un tonito de voz prepotente...
Hijitus, tras aclararle que no tiene dinero como para comprar un pollo, le dice que "para comer hay que trabajar"...
En este mismo capítulo llamado "Oaky Silver", se escucha la misma frase en boca del Profesor Neurus, cuando lo echa del laboratorio a Larguirucho diciéndole: ¡Fuera de aquí, retonto. Si quieres comer, trabaja!
¡Y... si Hijitus y Neurus lo dicen debe ser una gran verdad! Pero como por aquellos tiempos alguien también decía que "mejor que decir es hacer", aquí lo vemos junto a Oaky y Pichichus poniendo manos a la obra... ¡La unión hace la fuerza! Casi siempre... HIJITUSLOGÍA, desde Villa Gesell.
¿Tenés en mente comprar un sillón? ¿Querés renovarte y cambiar de una buena vez tu desvencijado sillón diario arruinado por los bichos taladro y las polillas? ¡No te dejes engañar!...
¡Seguí el consejo de los entendidos! ¡El Profesor Neurus será algo loquito, pero que sabe, sabe! Y con el tema "sillones" la tiene "re - clara"... HIJITUSLOGÍA.
PD: ¡Qué dura la vida de Puchito! ¡No tener ni para un chupetín!
Aquello de "ni una gota de alcohol al conducir", no corre en la vida de este señor de galera (multimillonario él), que pilotea su lancha por las aguas de Trulalá bastante pasado de copas...

Preso de su ebriedad, confunde a un monstruo marino mecánico con pescado fresco y para sorpresa de Neurus y Pucho, irrumpe en el interior del comedor de un gran yate, en el preciso momento que nuestros amiguitus lo están desvalijando...

Pucho percibe que se trata de un borracho y lo tranquiliza un poco al Profe que está ávido de emprender la retirada con un suculento botín...

Cuando el borracho le quiere complicar las cosas, surge la velocidad mental de Neurus y lo deja contento "regalándole" el restaurante para que pueda darse el gran banquete a gusto...

Neurus se retira en su monstruo marino, haciendo oídos sordos al pedido delirante del millonario. Minutos después, Súper Hijitus entra en acción...

Es posible que Súper Hijitus haya escuchado alguna vez ese dicho que asegura: "Los borrachos y los niños siempre dicen la verdad"...

Caprichoso como casi todos los borrachos, se le pone bastante pesado a Súper Hijitus, por lo que se ve obligado a tomar cartas en el asunto "refrescándolo un poco"...

Finalmente, Súper Hijitus lo rescata del agua y lo lleva a una sala de primeros auxilios para que "terminen de curarlo"... Moraleja: ¡Borrachitos habrá siempre! Pero mientras Súper Hijitus se los cruce en su camino, no tendrán mucha chance de alterar el orden. Y desde ya, un efectivo tratamiento los estará esperando... HIJITUSLOGÍA.

¡Y qué ciertas son estas palabras! Cuando en aquellos años difíciles de la década del 70 (más exáctamente en 1978) se publicitaban las Desventuras de Larguirucho con este "proverbio chino", el objetivo era sin ningún tipo de dudas brindarle alegría a un pueblo que estaba triste. Larguirucho nos hacía "morir de risa"...
La euforia pasajera que significó haber ganado el Mundial de Fútbol, se vio tapada rápidamente por la realidad que se vivía en nuestro país.
En tan difícil cuadro de situación, Manuel García Ferré y sus colaboradores tuvieron la misión de brindar alegría a los hogares argentinos. Pudieron generar una sonrisa en los niños de una generación que vivía con miedo, ofreciendo un mundo aventuras y desventuras, permitiéndonos ser parte de Trulalá y mostrándonos las caras del bien y del mal en su medida justa...

¿Recuerdan esta exposición hecha en julio de 2009? Allí estuvimos, pese a todo...
Paradójicamente en esas frías vacaciones de invierno, la obra de alguien que le brindó mucha alegría a los argentinos (Don Manuel García Ferré), fue expuesta en un museo histórico cuyo nombre es el de un hombre (Dr. Arturo Jauretche) que tuvo como lema combatir alegremente contra aquellos que nos querían tristes...
Por ello, aunque siempre exista alguien que quiera generar tristeza en la gente que vive con felicidad, desde estos blogs llamados HIJITUSLOGÍA (I y II) seguiremos haciendo lo que Don Manuel propuso a lo largo de toda su vida: GENERAR SONRISAS. ¡Hasta la próxima!
¿Recuerdan este momento? Gold Silver, alarmado por la ausencia de su hijo Oaky quien acababa de abandonar la mansión, osa interrumpir el sueño del Comisario... Buena imagen para la sección que hemos llamado "Instantáneas del ayer" (HIJITUSLOGÍA I), si nos detenemos a observar el aparato teléfonico con el que se comunica la "autoridá" de Trulalá...
¡Pero aquí lo que impacta es el camisón a lunares colorados, también la gorrita de dormir al tono con pompón amarillo y las medias con voladitos amarillas! ¡Acostumbrado uno a verlo de impecable uniforme azul!...
Hijitus usaba gorrita roja con lunares y pompón blancos... ¿Se la habrá regalado el Comisario? En fin: "Sobre gustos y colores no han escrito los autores". ¡Hasta la próxima! - Hijituslogía II, desde Villa Gesell.
Si se pueden dividir a los habitantes de Trulalá entre buenos y malos, nadie duraría en alinear a estos tres entre los primeros. El Comisario, Hijitus y Pichichus han dado muestras más que suficientes, como para ser reconocidos en el listado de aquellos que velan por el orden, la seguridad y la tranquilidad del pueblo. Sin embargo, Hijitus está un escalón arriba en cuanto a "bondad incondicional", respecto de Pichichus y El Comisario. Presten atención a la siguiente secuencia de imágenes extraídas de la edición Nº181 de Aventuras de Hijitus (octubre de 1978) "El Monstruo Marino"...
Neurus y Pucho, atormentados por el hambre y la necesidad, un poco cansados quizás de cometer pillerías, salen a pescar en busca de, al menos, una corvinita que los ayude a pasar el día con la panza llena. Como podemos ver, las circunstancias de "pique" no son de los mejor...
Sin embargo, en el momento menos esperado y cuando la desazón parecía apoderarse de ambos, la fortuna los pone mano a mano con un pez de grandes dimensiones según parece...
¡Desesperante situación! Indefensos, en el medio de alta mar, con un bote precario y enfrentados con algo parecido a una enorme ballena...
El miedo los domina y se encuentran ante una situación crucial... Pero no es esta la parte de la historia que nos compete en este momento sino lo que está ocurriendo en otro lado mientras tanto...
En el interior de la comisaria, Hijitus le plantea al Comisario su preocupación por la ausencia de Neurus y Pucho (sabe que han ido a pescar y no han vuelto)...
Pero también sabe que "ES LEY DE SÚPER HIJITUS AYUDAR A LOS BANDIDITUS CUANDO ESTÁN EN PELIGRO"... En consecuencia, Hijitus no duda en convertirse en "Súper" para alertar a los pillitus sobre el peligro que están corriendo...
Y aquí viene la "perlita" que demuestra la diversidad de criterios o por lo menos una manera de pensar algo distinta del Comisario y Pichichus: "La autoridad de Trulalá manifiesta claramente que Neurus y Pucho no se merecen que "uno se preocupe por ellos" y Pichichus le responde: ¡APROBADO!No quiere decir ésto que ellos permitirían que Neurus y Pucho perecieran en alta mar en las fauces de un monstruo marino. ¡Pero habría que verlo!
HIJITUSLOGÍA, hoy desde Villa Gesell.